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Los guantes de nitrilo son tres veces más resistente a los pinchazos (resistencia a la perforación) que los guantes de latex natural. Más resistente a aceites, combustibles y otros productos químicos (más nitrilo dentro del polímero, mayor es la resistencia a los aceites, pero menor la flexibilidad del material).
Gracias a los guantes de nitrilo el profesional queda protegido tanto del contacto directo como de bacterias, virus o fluidos contaminados. El nitrilo es un material muy resistente que, aplicado en equipos de protección, como los guantes, hace que el operario tenga una buena cobertura de seguridad. A su vez, le permite realizar el trabajo con una muy alta precisión, a diferencia de otros materiales.
Propiedades de los guantes de nitrilo
Los guantes de nitrilo no contienen aceleradores químicos. Además el material plástico del que están compuesto es apto para la manipulación de alimentos, a la par que ofrecen adaptabilidad y comodidad. También ofrecen una alta impermeabilidad, lo que les convierte en una alternativa muy conveniente en sectores que trabajen con líquidos o sustancias nocivas, protegiendo a la piel de quemaduras o suciedades.
Caracterizados por su resistencia, los guantes descartables de nitrilo pueden llegar a tener una tolerancia hasta 3 veces superior frente a micro orificios de lo que ofrecen los guantes de latex convencionales.
Sectores y usos recomendados de los guantes de nitrilo
Dentro del área industrial, laboratorios o para empresas de limpieza, ayudan a proteger del contacto con agentes externos que pongan en peligro la piel, como detergentes, desinfectantes, ceras, etc. Su resistencia los hace soportar el uso intenso habitual de este tipo de sector sin comprometer la seguridad de la persona que los utiliza.
En el ámbito alimentario o en hospitales, donde se entra en contacto con objetos punzantes, como por ejemplo cuchillos o pinzas, evitan que se produzcan auto-cortes al hacer uso de estas herramientas. También ayudan a preservar la higiene, ya que en estos sector ese esta en contacto con elementos que pueden ponerla en riesgo. Por ejemplo, en el alimentario con elementos grasientos o pegajosos, como salsas o alimentos. O en los hospitales, que pueden poner en riesgo la salud, como puede ser la sangre. Y su facilidad de reposición, hacen que puedan ser desechados tras su uso, cuando la higiene se vea comprometida.
